Valle de Tehuacán-Cuicatlán: hábitat originario de Mesoamérica (Puebla-Oaxaca)
Tehuacán, Puebla
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Datos generales
El valle de Tehuacán-Cuicatlán, es parte de la región mesoamericana, es la zona árida o semiárida con la biodiversidad más rica de toda América del Norte. Compuesto por tres componentes, Zapotitlán-Cuicatlán, San Juan Raya y Purrón, es uno de los principales centros de diversificación de la familia de los cactus, que se encuentra en grave peligro en todo el mundo. El valle alberga los bosques más densos de cactus columnares en el mundo, dando forma a un paisaje único que también incluye agaves, yucas y robles. Los restos arqueológicos demuestran desarrollos tecnológicos y la domesticación temprana de cultivos. El valle presenta un sistema excepcional de gestión del agua de canales, pozos, acueductos y presas, el más antiguo del continente, que ha permitido la aparición de asentamientos agrícolas.
El bien mixto se encuentra en el centro sur de México, entre los estados de Oaxaca y Puebla; cuenta con una superficie de 145,255.20 hectáreas, y una zona de amortiguamiento de 344,931.68 hectáreas, dentro del Área Natural Protegida de carácter Federal Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán.
En el valle se evidencia la adaptación del ser humano en un ambiente hostil a lo largo de más de 14 mil años, por medio de sistemas de aguas, la domesticación de plantas, sistemas agrícolas y prácticas complementarias con el uso de cactáceas y la producción de sal, asentamientos residenciales y diversos sistemas políticos, religiosos y lingüísticos. También fue testigo del surgimiento de las lenguas proto-otomangues que dieron lugar a la familia lingüística más antigua y diversificada del continente americano, el otomangue, con fuertes raíces que perviven hasta nuestros días.
Este bien es parte de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán la cual es una muestra excepcional de los ecosistemas semiáridos del trópico mexicano, con una muy importante diversidad biológica, geológica y cultural. Esta diversidad es el resultado de procesos ecológicos y evolutivos únicos, en los que ha influido la presencia sus pobladores humanos desde hace cientos de años. Uno de los rasgos más distintivos de la región de Tehuacán-Cuicatlán es su alta biodiversidad.
En la región existe un alto número de especies que singularizan su flora y su fauna, así como una variedad de fósiles vivientes, plantas y animales, que son testimonio de las diferentes etapas geológicas del desarrollo, no sólo del valle, sino de otras tierras que lo han rodeado y enriquecido en las distintas épocas de su historia. La Reserva de la Biosfera Tehuacán Cuicatlán no sólo es importante desde el punto de vista biológico, sino también cultural. El desarrollo de la civilización en el Valle de Tehuacán-Cuicatlán se ha venido dando desde hace siglos y en su territorio actualmente co-habitan ocho pueblos indígenas.
La región de Tehuacán-Cuicatlán constituye una muestra excepcional de los ecosistemas semiáridos del trópico mexicano y es considerada como uno de los principales centros de diversidad biológica en México por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ya que su gran variedad de formas de vida, así como su alto índice de endemismo, hacen de este valle un núcleo de gran relevancia dentro de los proyectos de conservación en nuestro país. Aquí, existen abundantes depósitos fosilíferos, así como un registro paleontológico que contiene vestigios de la domesticación del maíz; la región posee sitios arqueológicos, cerámica preclásica, salineras y complejas obras de ingeniería hidráulica, con canales, represas y terrazas de cultivo; además, reúne un conjunto de valles y serranías de gran importancia ecológica y cultural. Situado entre los estados de Puebla y Oaxaca, el sitio, con poco más de 145,000 hectáreas, es uno de los iconos medioambientales de México.
El bien mixto se encuentra en el centro sur de México, entre los estados de Oaxaca y Puebla; cuenta con una superficie de 145,255.20 hectáreas, y una zona de amortiguamiento de 344,931.68 hectáreas, dentro del Área Natural Protegida de carácter Federal Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán.
En el valle se evidencia la adaptación del ser humano en un ambiente hostil a lo largo de más de 14 mil años, por medio de sistemas de aguas, la domesticación de plantas, sistemas agrícolas y prácticas complementarias con el uso de cactáceas y la producción de sal, asentamientos residenciales y diversos sistemas políticos, religiosos y lingüísticos. También fue testigo del surgimiento de las lenguas proto-otomangues que dieron lugar a la familia lingüística más antigua y diversificada del continente americano, el otomangue, con fuertes raíces que perviven hasta nuestros días.
Este bien es parte de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán la cual es una muestra excepcional de los ecosistemas semiáridos del trópico mexicano, con una muy importante diversidad biológica, geológica y cultural. Esta diversidad es el resultado de procesos ecológicos y evolutivos únicos, en los que ha influido la presencia sus pobladores humanos desde hace cientos de años. Uno de los rasgos más distintivos de la región de Tehuacán-Cuicatlán es su alta biodiversidad.
En la región existe un alto número de especies que singularizan su flora y su fauna, así como una variedad de fósiles vivientes, plantas y animales, que son testimonio de las diferentes etapas geológicas del desarrollo, no sólo del valle, sino de otras tierras que lo han rodeado y enriquecido en las distintas épocas de su historia. La Reserva de la Biosfera Tehuacán Cuicatlán no sólo es importante desde el punto de vista biológico, sino también cultural. El desarrollo de la civilización en el Valle de Tehuacán-Cuicatlán se ha venido dando desde hace siglos y en su territorio actualmente co-habitan ocho pueblos indígenas.
La región de Tehuacán-Cuicatlán constituye una muestra excepcional de los ecosistemas semiáridos del trópico mexicano y es considerada como uno de los principales centros de diversidad biológica en México por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ya que su gran variedad de formas de vida, así como su alto índice de endemismo, hacen de este valle un núcleo de gran relevancia dentro de los proyectos de conservación en nuestro país. Aquí, existen abundantes depósitos fosilíferos, así como un registro paleontológico que contiene vestigios de la domesticación del maíz; la región posee sitios arqueológicos, cerámica preclásica, salineras y complejas obras de ingeniería hidráulica, con canales, represas y terrazas de cultivo; además, reúne un conjunto de valles y serranías de gran importancia ecológica y cultural. Situado entre los estados de Puebla y Oaxaca, el sitio, con poco más de 145,000 hectáreas, es uno de los iconos medioambientales de México.
Categoría
Bien mixto
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Fecha de última modificación: 14 de agosto del 2024, 18:39
Información proporcionada por:
Red Nacional de Información Cultural
Coordinación Nacional de Desarrollo Institucional/SIC
u-nphv
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