El 5 de mayo representa, sin lugar a duda, una de las fechas más emblemáticas de la historia de nuestro país, pieza clave del orgullo nacional y una de las principales fuentes que nutren el patriotismo mexicano. La ciudad y el estado de Puebla guardan hoy, con orgullo, el recuerdo de haber sido en su territorio donde el ejército mexicano, al mando del general Ignacio Zaragoza, derrotó y detuvo el avance del invasor francés en 1862; reafirmando la soberanía e independencia de México frente al que era, en ese momento, el ejército más poderoso del mundo. Es aquí donde las armas nacionales se han cubierto de gloria. Y es aquí, también, donde la conmemoración y la celebración no pueden ser menores. Cada año se realiza en la ciudad de Puebla un desfile conmemorativo de la Batalla del 5 de mayo que cuenta con la participación de más de 25 mil personas entre estudiantes, maestros, elementos del Ejército y la Marina, zacapoaxtlas y xochialpucas. Ha habido ocasiones en que se representa la batalla en presencia del presidente de la República. Este día se realiza una ceremonia oficial en los Fuertes de Loreto y Guadalupe; se entona el Himno Nacional en el monumento de los Defensores de la Patria, donde se reúnen autoridades, estudiantes, soldados y la ciudadanía en general. También se instala un templete desde el que las autoridades y habitantes en general observan el desfile de las bandas de guerra, bastoneras y los carros alegóricos. Después del acto cívico la celebración se convierte en una fiesta popular.

Puebla, Puebla

5 de mayo de 1862