Durante décadas, la deformación craneana ha llamado la atención de los antropólogos. La autora explica el proceso fisiológico implícito en los métodos de modelación del cráneo; establece una clasificación detallada de los tipos de deformación, tanto con criterios morfoscópicos como craneométricos; por último, trata de determinar si las variables de esta costumbre se relacionan con alguna diferenciación social o cultural: étnica, de oficio, de linaje o de sexo. Para ello, analizó más de 400 cráneos prehispánicos, que abarcan un lapso de dos mil años, procedentes de 42 sitios del área maya.