El juego de la lotería era, ya en la época colonial, el gran remedio contra el aburrimiento, una distracción en la que los hombres derramaban sus pasiones cuando el ocio era parte común de su existencia. Combinando este popular pasatiempo con las mejores imágenes de José Guadalupe Posada —y por demanda popular—, el ICA pone a disposición del público la tercera edición de esta lotería, cuya versada es de Emilio Ángel Lome Serrano, para deleite de chicos y grandes. El paquete didáctico incluye además un segundo juego: al reverso de las cartas se encuentra esparcida una Catrina, el grabado más representativo del ilustre artista.