Carnaval
El origen etimológico de la palabra proviene de estar antes de la cuaresma carnal (se puede comer carne), carnestolendas (la carne ha de dejarse) y carnestoles (la carne ya no se consume). Otro nombre español del Carnaval es Antruejo.
Curiosamente una de las fiestas de mayor importancia en el calendario festivo de los mayas contemporáneos es el Carnaval que a pesar de que fue introducido por los españoles, tomó carta de naturalización y tiene lugar y celebración en fechas móviles del mes de agosto.
En Mérida las carnestolendas eran verdaderamente singulares. Desde las azoteas se solía arrojar cubetazos de aguas puras e impuras, coloras e incoloras, inodoras y apestosas, sobre los transeúntes que desprevenidos caminaban tranquilamente por las rústicas escarpas. Otra práctica común era la de tirar huevos podridos sobre la humanidad de todos, estuviera o no disfrazado. También se perseguía a niños, jóvenes y ancianos para embadurnarlos con almidón o color añil en la cara, brazos y otras partes del cuerpo.
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