Enmarcada por majestuosos edificios de estilo colonial remozados e iluminados, en el corazón del Centro Histórico duranguense, varias cuadras de la calle Constitución son ahora un corredor peatonal para el disfrute de propios y extraños, en cuyo trayecto se puede encontrar establecimientos de todo tipo de comida, cafeterías, heladerías, artesanías, souvenirs, templos y mucho más; también, sobre todo los fines de semana, se ofrecen una gran diversidad de espectáculos culturales de gran nivel y para todos los gustos.
Y por si fuera poco, es en este corredor también se encuentra el mirador desde el que, en la noche, podrá apreciar la “Leyenda de la Monja de Catedral”, uno de esos misterios que encierra esta tierra de gente amable y servicial.