Ábrego y Picazo, Enrique Herrera Vega-Rodolfo Hoyos, Alcides Briseño- Jorge Añez, Los trovadores tapatíos. Lucha Reyes y Pepe Gutiérrez, con Antonio Bibriesca, Las dos Marías, Charito Ortega y María Luisa Canales, Las cantadoras del Bajío. Manolita Arreola y María Luisa López, Ray y Laurita con los Charros de Atotonilco, Hermanas Díaz con la típica de Rafael de la Paz, Pepe y Chabela con el Mariachi Tapatío Marmolejo, Felipe Bermejo y Juanita Escoto con Los Fronterizos, Maruca y Pablo Hernández con el Mariachi Vargas, Pepe y Elvira con los Charros de Atotonilco, Pepe y Chabela con el Mariachi Víctor, Martín y Malena. Martín Becerra y Paz Águila, Los Dos Reales y las Hermanas Hernández.

F 35

CNCA-DGCP/Asociación Mexicana de Estudios Fonográficos

1995

Realización e investigación: Jesús Flores Escalante y Pablo Dueñas. Coordinación histórica y social: Lilián Flores Martínez.

Los Duetos Mexicanos, tradición centenaria
Desde julio de 1905 cuando la compañía Victor Talking Machine Co., inció sus sesiones de grabación en la Ciudad de México; en el país se encontraba ya plenamente establecida la interpretación de canciones mexicanas a dos voces, con repertorios integrados por danzas populares, rutinas cómicas y escenas descriptivas. Abrego-Picazo y Rosales-Robinsón, dos dúos masculinos de similares características y de gran arraigo en circos, carpas y teatros populares, lograron darnos a través de sus innumerables fonogramas un panorama fiel de los géneros populares de hace un siglo, pudiendo asomarnos así a las costumbres, modismos y estilos que determinaron el proceso de la canción ranchera concebida en las principales ciudades de nuestro país.