A principios del siglo XX durante la llamada Paz Porfiriana se empieza a cambiar la fisonomía de la capital al extenderse las zonas habitacionales que dan pie al surgimiento de fraccionamientos en los alrededores del Bosque de Chapultepec, entre ellos la llamada colonia Roma que sería habitada por gente con solvencia económica. Mientras en Europa la Primera Guerra Mundial cambia el orden político internacional, en México, el movimiento revolucionario iniciado en 1910 modifica las estructuras sociales y crea también nuevos esquemas políticos. En esa etapa de incertidumbre, las construcciones de esta colonia se vieron afectadas y aquellos espacios destinados para la aristocracia tuvieron que esperar mejores momentos, entre ellos el ubicado en la confluencia de las calles de Orizaba y Puebla cuyo predio fue adquirido en el año de 1914 por el matrimonio constituido por don Joaquín Baranda Mac Gregor y doña Dolores Luján Zuloaga. Se tiene conocimiento de planos de cimentación del ingeniero M. Rebolledo y otros del arquitecto Manuel Gorozpe fechados en febrero de 1920, por lo que se deduce que la construcción de la casa se inició en ese año y que se concluyó en 1925. La conjugación de formas arquitectónicas del pasado con las nuevas técnicas en edificación utilizadas por sus constructores, dio por resultado una espléndida residencia solariega ecléctica, de tres niveles, con fachadas revestidas de piedra labrada en toda su ornamentación. Destacan las innovaciones que la hacían más cómoda para sus habitantes, tal es el caso de los múltiples clósets, poco conocidos en la época, el elevador y la instalación de doble drenaje, uno para aguas negras y otro para aguas pluviales. En su interior, los revestimientos de madera, los mármoles, los tapices, la yesería y los vitrales, son un alarde en la selección de materiales y dan cuenta del lujo con el que se vivió en esta mansión inaugurada en 1929 con motivo de la celebración del cumpleaños número 18 de su sobrina Margarita Müller Luján, quien vivió con ellos hasta su matrimonio en 1932.
Durante el régimen del general Lázaro Cárdenas, se inicia una política de reparto de ejidos en la Comarca Lagunera, donde doña Dolores Luján vio afectadas sus posesiones al ser expropiadas por el nuevo gobierno. Esta circunstancia, aunada a la salud deteriorada de don Joaquín, seguramente influyó en la decisión de rentar la casa por lo que de 1940 a 1945 es ocupada por la Embajada de Brasil. En abril de 1945 el Centro Asturiano de México, A. C. adquiere la casa, la cual se destinó a sus actividades sociales y culturales; para ello adaptaron las habitaciones transformándolas en salas de dominó, de billar, de boliche, salón de baile, de banquetes, auditorio y restaurante. Años después en 1951, se creó la biblioteca y un salón de televisión, novedad de la época. Con el tiempo las instalaciones de la casona, como le llamaban los asturianos, resultó insuficiente y en 1985 cambian su domicilio a otra sede, quedando la casa sin utilidad, hasta que la Junta directiva con el interés de apoyar a alguna institución de cultura mexicana, decide darla a la UNAM, lo que ocurre el 22 de octubre de 1986, en que Adolfo Graña Reguera, Presidente del Centro Asturiano y Jorge Carpizo, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México firman el contrato de comodato que otorga a esta casa de estudios el uso del inmueble. El 10 de diciembre de 1986 se inaugura La Casa Universitaria del Libro, como un nuevo foro de extensión universitaria y escenario de difusión y promoción de libros, conferencias, mesas redondas, coloquios, seminarios, talleres, cursos, diplomados y de manera particular el programa permanente de capacitación editorial, además de reubicar la librería de la Avenida Insurgentes, cuyas instalaciones se dañaron en el sismo de 1985.

Actualmente en la Casa Universitaria del Libro, se inició el proyecto Biblioteca CASUL de Escritoras con la obra reunida de Elena Poniatowska. Este proyecto se lleva a cabo con el apoyo de las casas editoras y de la librería Gandhi que aportaron ejemplares que ahora se ponen al alcance de todos los visitantes de esta Casa Universitaria del Libro.