Rubén Vasconcelos Beltrán, nació en la ciudad de Oaxaca, y estudió en la Escuela Primaria Urbana Federa Enríque Pestalozzi, y en el Instituto de Ciencias y Artes del Estado la Preparatoria General titulándose de Lic. en Administración de Empresas en la Escuela de Comercio y Administración de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, siendo becado por la Organización de Estados Americanos para hacer su posgrado en la Escuela de Administración de Empresas de la Fundación Getulio Vargas de Sao Paulo, Brasil.
Ha laborado en el sector privado y público. Se desempeñó como Director de la Escuela de Artesanías Oaxaqueñas, Director del Instituto de Investigaciones Sociales para la Integración del Estado, Director de Educación Cultura y Bienestar Social, Director General del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, Representante Estatal del CONALEP, Diputado Local y actualmente y desde hace diez años Cronista de la Ciudad.
San Juanito.
Es admirable ver el número de personas que llegan el 8 de diciembre de cada año de distintas partes del estado y de otros de la República Mexicana al templo católico de San Juan Chapultepec a visitar a la virgen de Juquila.
Esos invaden la explanada central y calles aledañas de dicha comunidad, principalmente el atrio y el templo al que me refiero. El 22 de noviembre se inició el novenario en honor de la virgen, desde muy temprano se veía a muchas personas que llegaban fervorosas a pedir alivio a su dolor, a sus angustias; infinidad de enfermos, hombres, mujeres, niños, de todas las edades y condiciones, auxiliados por sus esposas, esposos, hijos, familiares, y juntos, en oración, renovar sus esperanzas.
La calenda, una de las más significativas de la ciudad, salió a recorrer las calles dos días antes de la fiesta, desde las primeras horas de la noche hasta el amanecer del día siguiente: El día de la fiesta, los coros de niños cantaron las mañanitas para alabar a la virgen y recibir el día con con esa alegría que les es característica; hubo varias misas durante el día, la principal es en la madrugada, a ella asisten varios sacerdotes y diáconos, principalmente los religiosos del Verbo Divino, quienes tienen a su cargo el templo, los cultos, la propagación de la fe católica y muchas otras actividades complementarias todas dirigidas al beneficio de la comunidad principalmente a los jóvenes.
En el atrio, al pie de un frondoso laurel se instala un pequeño altar con la imagen de la virgen, y todo aquel que llega se acerca a ofrecerle una oración, una veladora, para luego pasar al interior del templo en donde de inmediato se ve en el centro del altar un nicho que contiene a la virgen; pequeñita, con su tez morena, y vestido blanco, rodeada de miles de flores; a veces es casi imposible llegar hasta ella pero todos lo saben y con paciencia y la mayor prudencia esperan y van paso a paso entre cientos de personas hasta lograr postrarse al pie del presbiterio, rezar una oración, pedirle fervorosamente lo que se desea y luego salir llenos de alientos renovados.
En las calles que rodean el templo se instalan cientos de puestos en los que se ofrecen a los visitantes una enorme variedad de productos para halagar el paladar: Pan de Tlacolula, de Ocotlán, de Juquila, jamoncillo, corozo, tortillas de huevo y coco; dulces regionales en todas sus presentaciones; tortillas tlayudas con frijol, queso, lechuga, rabanitos, y salsa roja; empanadas de amarillo, verde o de quesillo; molotes, quesadillas, buñuelos, barbacoa de chivo o de borrego, tamales de mole negro, refrescos de todas las marcas; fotografías de la virgen, rosarios, escapularios, y como ya vienen las posadas y la navidad, no faltan las piñatas coloridas con sus filosas puntas, es un deleite tantos aromas, tantos colores, tantas expresiones, tantos rostros, tantas voces.
En la Plaza Principal los juegos mecánicos que son la alegría de los pequeñitos: La rueda de la fortuna, los caballitos, los carros chocones, la barca, el trencito, y la lotería, los globos, los pescados, las canicas, bueno, hay de todo como pasarse unas horas de lo más agradables con los amigos o la familia. Ésta fiesta es el preámbulo a la de Guadalupe, la Soledad, la Navidad y el Año Nuevo, y muchos de estos hombres y mujeres irán después de ésta a las otras hasta que pasen los Santos Reyes.
Algunos de los que visitan San Juanito suben a la cuevita de la virgen, que fue intervenida hace unos días con el fin de facilitar a los peregrinos el acceso.
Ésta se convirtió desde hace años en verdadero santuario el cual recibe a miles de personas que hasta hace unos treinta años subía por un angosto y pedregoso camino que no era obstáculo para todos aquellos que iban en busca de los favores de la virgen, ahora ya se puede llegar por carretera y como consecuencia en algún vehículo automotor.
Del Ferrocarril.
A fines de la década de los noventa del siglo XIX, llegó a la Presidencia del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, el arquitecto Carlos Melgoza Castillo, quien tuvo la oportunidad de firmar un contrato de Comodato por la antigua Estación del Ferrocarril Mexicano del Sur, con la empresa liquidadora de Ferrocarriles Nacionales de México, señalándose como objeto de dicho Comodato la creación del Museo del Ferrocarril en la parte edificada de la Estación, lo cual y gracias al interés del siguiente Presidente Lic. Gabino Cué Monteagudo, se cumplió, y a él le tocó hacer la inauguración de este nuevo Centro Cultural para la ciudad, gracias al apoyo que recibió de la Asociación Amigos del Ferrocarril, que se integró con el fin de lograr dicho objetivo.
En ese entonces el Lic. Cué Monteagudo, se dio a la tarea de convocar a los arquitectos agrupados en el Colegio de Arquitectos de Oaxaca, para que mediante concurso propusieran ideas en cuanto a qué se podía hacer en tan importante e histórico espacio. El concurso se realizó en el patio principal del Palacio Municipal, participando en el jurado arquitectos muy connotados de la ciudad de México, ellos escogieron una de las opciones, pero su realización significaba una considerable erogación financiera, recursos que no tenía el Ayuntamiento.
La idea predominante entre los miembros de la Asociación Amigos del Museo del Ferrocarril era la creación de un gran centro cultural carente en toda la zona poniente de la ciudad, en el que se contemplaban: salas de exposición, jardín etno botánico, talleres para la enseñanza de las artes, lugares para esparcimiento de las personas con alguna discapacidad, estacionamiento, y la creación de un tren ligero que bien puede transitar de Telixtlahuaca al Tule o a Tlacolula, con el fin de aliviar el tránsito vehicular por carretera para el transporte de los habitantes de las comunidades ubicadas a la vera de la vía del ferrocarril, o para los turistas que nos visitan, etc.
<esta idea se propuso a los presidentes subsecuentes, siendo todos receptivos a tales propósitos, pero tocó al Lic. José Antonio Hernández Fraguas, promover la compra de la parte edificada y así se hizo, pero no fue posible avanzar más allá en el proyecto, ojalá que el Lic. Cué, ahora que llegó al gobierno del estado retome la idea coordinadamente con el nuevo Presidente Municipal señor Luis Ugartecha Bergé, y puedan llegar a alguna conclusión lo cual sería de gran beneficio para los oaxaqueños.
Por otro lado hay que apuntar que al desaparecer el ferrocarril allá en la década de los noventa, quedaron al margen todas los pueblos de la zona de la Cañada, cuya única opción para su movilidad y arrastre de sus productos era el ferrocarril y quienes hasta ahora, tienen serias dificultades, por lo que es importante ver la forma de auxiliarlos.
El lunes 6 de diciembre estuvieron en esta ciudad un par jóvenes: Iván Puig y Andrés Padilla, quienes nos comentaron que han ido a los lugares en donde todavía existe algún tramo de vía con el propósito de probar un vehículo ideado por ellos y armado en uno de los talleres que ferrocarriles todavía posee, el cual permite el transporte de personas en las vías existentes y esto lo corroboraron en Ejutla, en Ocotlán, en el Parían, y aquí en la Estación del Ferrocarril, y aunque es un vehículo propuesta puede ser modificado en términos de las necesidades que se tienen.
Lo importante es que las cabezas del gobierno estatal y municipal lo vean y se les de una demostración, quedaron de volver en cuanto esto pueda suceder.
Una buena acción.
El viernes de noviembre, una gran número de personas de los barrios de la ciudad acudieron al llamado del presbítero Aristeo de la Vega, actual encargado del templo de San Felipe Neri, ubicado en el corazón del Centro Histórico, para que acompañaran al Arzobispo de Antequera Oaxaca, a la bendición de los trabajos de limpieza y restauración que con el apoyo de los feligreses se llevaron al cabo en ese templo en los últimos meses.
Al concluir la misa que ofició el señor Arzobispo nos invitaron a los presentes a pasar a la parte posterior del retablo del ábside, el que por cierto es un magnífico ejemplar de los que se elaboraron en la última parte del siglo XVIII; su riqueza ornamental es admirable y bien puede ser el más valioso de la ciudad, el cual se limpió de impurezas, y ahora luce en mucho mejor estado físico.
En la parte posterior del retablo se encuentra un panteón cuyas características son únicas en el Centro Histórico, allí existen un juego de criptas en donde están depositados los restos de los frailes filipenses que promovieron el oratorio y la construcción del templo, mismo que se inicia en el año de 1743 y se concluye en 1773, y cuya portada plateresca es única por sus finos acabados, misma que fue restaurada en el 2005, por el gobierno del estado a través del Instituto del Patrimonio Cultural del Estado, siendo director de dicho organismo en ese entonces el arquitecto Carlos Melgoza Castillo. Las criptas a las que hago mención fueron resanadas, repintadas, así como las paredes y los pisos.
También el altar dedicado a Jesús crucificado en la parte posterior del cuerpo del retablo; las pinturas al óleo existentes también fueron restauradas.
Las paredes de piedra de cantera de los pasillos, las habitaciones de la casa, se instaló la capilla del Santísimo Sacramento y se restauró la sacristía, la cual será en adelante un espacio para la realización de actividades pastorales y culturales encaminadas a la feligresía principalmente para la gente joven.
La belleza de este edificio y su valor histórico y estético es admirable, ojalá se continúen los trabajos con una buena asesoría técnica porque todo el juego de retablos existentes ya requieren de una intervención profunda y como lo dice Carlos Lira, en alguno de sus libros, y en particular en el estudio que hizo sobre el art noveau utilizado en la decoración de las paredes y bóvedas, será posible sólo si en su recuperación intervienen personas altamente calificadas para no perder esta muestra invaluable de esta corriente artística tan en boga a finales del siglo XIX y principios del XX en México y en Oaxaca, de lo cual son ejemplos el teatro Macedonio Alcalá, el paraninfo de la UABJO, la casa de la esquina de Guerrero y Armenta y López, así como la que fuera propiedad de la familia Meixueiro, sede actual de la división de posgrado de la facultad de Arquitectura de la UABJO, en la esquina de la avenida Morelos y Cinco de Mayo.
Información proporcionada por:
Red Nacional de Información Cultural
Coordinación Nacional de Desarrollo Institucional/SIC
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