El Museo Local de Antropología e Historia de Compostela se ubica en un monumento histórico del siglo XVIII que ha tenido varios usos: casa real, palacio municipal, cuartel militar y biblioteca. Fue inaugurado como museo en febrero de 1977.

El inmueble data del siglo XVII. Hacia 1740 estaba instalada La Casa Real, que alojaba las oficinas del alcalde Juan Severino de Aguirre; en sus puertas se pregonaban las disposiciones que emitía la Audiencia de Guadalajara hasta el año de 1902, fecha en que se inauguró el nuevo Palacio Municipal.

En el presente siglo funcionó como comandancia de la policía y cárcel pública. Para 1936 alojó el Cuartel de la Partida Militar del 6° Batallón con la prisión anexa.

En 1947 se fundó en este lugar la Biblioteca Franklin D. Roosevelt, a iniciativa de Martiniano Trejo González, entonces presidente municipal. En 1958 se le cambió el nombre por el de Rosa Navarro, maestra y distinguida poeta originaria de Compostela.

El Museo local de Compostela se fundó en 1977. Originalmente se instaló en el ala norte del edificio de la Presidencia Municipal. Producto de un convenio firmado entre los gobiernos estatal, municipal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, se acordó que el edificio albergara al museo. Su historia está ligada a la vida del historiador don Salvador Gutiérrez Contreras, quien renunció a la colección arqueológica e histórica que se exhibe en este inmueble, su procedencia se debe a donaciones que a lo largo del tiempo hicieron los habitantes de la región.

Recorrido

La exposición permanente permite un acercamiento a las culturas prehispánicas del occidente nayarita y a los aspectos históricos vinculados con la conquista de la región, así como la historia del actual estado y en particular de Compostela.

El acervo se compone en su mayoría de objetos arqueológicos: vasijas y figurillas humanas de barro rojo adornadas con pintura, ollas de barro, esculturas y utensilios de piedra, puntas y pendientes de obsidiana, hueso y jade.

Tiene una colección histórica de armas del siglo XIX y XX, como un cañón colonial que perteneció al fuerte de San Blas, en Nayarit. El resto del acervo consiste en billetes, fotografías e ilustraciones que representan hechos históricos de Nayarit y de la localidad.

Destacan las fotografías de los presidentes municipales de Compostela. El museo está conformado por las siguientes salas:

Tradición tumbas de tiro
Durante mil años, los pueblos agricultores del occidente de México se distinguieron por sus cultos funerarios. Conocidos como los constructores de las tumbas de tiro, sus huellas se han encontrado en los actuales estados de Nayarit, Colima, Jalisco, Michoacán y Zacatecas. Durante largo tiempo mantuvieron un intercambio con otras culturas: hoy se sabe que fueron navegantes de las costas del Pacífico y que tal intercambio se realizó por mar, vía que les permitió llegar hasta los actuales Colombia, Perú y Ecuador. En el municipio de Compostela abundan los testimonios de esa cultura, desde Zacualpan y Tequilita hasta San Pedro Lagunillas y Las Cebollas.

La tradición aztatlán
En términos arqueológicos, se ha definido a la última ocupación prehispánica en la zona como tradición aztatlán, que significó la cúspide del desarrollo cultural, al final del periodo Clásico y principios del Posclásico. La tradición aztatlán ha sido definida como la más mesoamericana del occidente de México, pues compartió rasgos culturales toltecas y recibió influencias del centro de México. Su origen es incierto, pero se cree que fue el resultado de un largo proceso que culminó en las manifestaciones culturales y plásticas de esa tradición.

Compostela contemporánea
En 1917, al firmarse la Constitución de Querétaro, fue creado el Estado Libre y Soberano de Nayarit, a iniciativa de Venustiano Carranza y de los entonces departamentos que, como Compostela, hacía décadas que solicitaban la conversión del territorio de Tepic a un orden geopolítico de estado y municipios. En la primera mitad del siglo XX Nayarit vivió una etapa de reorganización, mientras que Compostela producía la mayor cantidad de tabaco, maíz, coco, aceite y jabón en el país. Con el tiempo fueron desapareciendo las grandes haciendas para dar paso a ejidos como Mazatán, Zacualpan y Valle de Banderas. Ésta fue una época de incertidumbre. Nayarit vio pasar un gobernador tras otro y Compostela, a grupos cristeros y latifundistas que hostigaban a los sacerdotes y maestros rurales, que a su vez se sumaron a la tarea de recorrer el territorio para atender el reparto agrario.

1 de febrero de 1977