Esta edificación cuenta con un largo historial en la vida social de la ciudad. La construyó el ingeniero Luis F. Molina a petición del general Francisco Cañedo y su esposa, doña Francisca Bátiz y Bátiz, quienes la destinaron como su hogar. En dicho domicilio murió el gobernador Cañedo el 5 de junio de 1909. Al triunfo de la Revolución, la ocuparon las fuerzas del Ejército Constitucionalista al mando de “Los coroneles del ensueño”, entre los que se encontraban Aarón Sáenz, Hays y otros, que organizaron bailes y reuniones allí con el propósito de romper el hielo y la incertidumbre derivadas del nacimiento de otro orden de cosas. En esta casona pernoctó el general Venustiano Carranza, a la postre presidente de la República, en su visita a Culiacán como jefe del Ejército Constitucionalista. Fue internado de estudiantes del Colegio Civil Rosales y, después, de la Universidad de Occidente. En 1928 se instaló la Escuela de Mujeres número cuatro. Dice Roberto Hernández Rodríguez (1985) que en esta casa se efectuaron las primeras transmisiones de radio en Culiacán por parte de Enrique Max Gómez Blanco, pionero de la radiodifusión en el estado. Precisamente, en la esquina de Buelna y Noris se encontraba el estudio donde Pedro Infante cantó por primera vez en una transmisión al aire, acompañado de las guitarras y las voces de Enrique Sánchez Alonso, el Negrumo, y don Fausto Miller, miembros de la Orquesta Estrella en el año de 1939. El estudio consistía en una modesta mesa de trabajo en la que se hallaba la consola de transmisiones y a un lado el transmisor, ambos construidos por Max Gómez Blanco. En los años cuarenta se le agregó un segundo piso que no corresponde con el estilo arquetectónico original del edificio. Fue también sede del Internado del Estado y de la famosa banda de música denominada Los Azulitos, que dejó un grato recuerdo en la ciudad. El internado forjó a muchísimos hombres de bien para Sinaloa y, por sus pasillos, afloran los recuerdos de sus antiguos moradores. Hoy alberga las oficinas del Instituto Sinaloense del Deporte y de un centro de capacitación magisterial. En sus amplios corredores y patios se llevan a cabo presentaciones de libros, festivales de danza y peñas bohemias. Una de las noches bohemias más inolvidables fue la dedicada a Enrique Sánchez Alonso el Negrumo en 1994.

Patrimonio histórico y arquitectónico