Valga, como antecedentes, mencionar que la Biblia tiene más de 200 menciones al vino, desde Noé hasta Jesús. Datan de 7,000 años a.C. los primeros vestigios arqueológicos vinculados al vino, encontrados en Egipto. En el siglo V a.C., el dios egipcio del vino, Osiris, deja su lugar a Dionisio, en Grecia, y luego éste a Baco, en Roma.
En el México prehispánico, los indígenas hacían vino de una especie de ciruela llamada atoyaxócotl, además de pulque de agave y otras bebidas fermentadas de maíz, de cacao y de algunas cortezas de árbol.
En 1524, Hernán Cortés dispuso que todo español que tuviese repartimiento de tierras en México, sembrara mil vides por cada cien indios encomendados. En 1531, Carlos V, rey de España, ordenó que todos los navíos iberos destinados a América llevaran vides para sembrarse. En 1540, el fraile Motolinía reporta la existencia de viñedos en Puebla (Val de Cristo) y en Michoacán, donde algunos han hecho vino, aunque ha sido muy poco. También había vides en Querétaro y Oaxaca.
En 1559, el virrey Luis de Velasco inicia la prohibición de cultivar vides en México (para no competir con el vino de España), la reitera en 1610 el virrey marqués de Montesclaros y en 1761 el virrey marqués de Cruillas. Estas medidas restrictivas nunca se cumplieron cabalmente.
Así, en 1594, el capitán Francisco de Urdiñola establece en Parras, Coahuila, la primera bodega vitivinícola de México. En 1687, el jesuita italiano Eusebio Francisco Kino inicia en Sonora y Baja California la siembra de vides y la producción de vino de misa (no de mesa). En el siglo XVIII, los principales productores de vino en México son Parras, en Coahuila, y Parral y El Paso, en Chihuahua. En el siglo XIX, el padre Miguel Hidalgo promueve la siembra de vides en Guanajuato.
En 1906, fundan Guadalupe, en Baja California, 300 rusos inmigrantes y siembran vides, donde hasta hoy se produce vino.
El vino aparece reiteradamente en la literatura mexicana, como es el caso de poesías de sor Juana Inés de la Cruz, Salvador Díaz Mirón, Amado Nervo, Carlos Pellicer, Salvador Novo y Griselda Álvarez, por sólo dar algunos ejemplos.