Clave
AM3-CHIS-1-13
Ámbitos representados por el elemento
Prácticas sociales, rituales y actos festivos
Ubicación geográfica y alcance del elemento
Local
Nombre de las comunidades involucradas
Paraje El Nanchi, Paraje el Rodeo, Poblado de Nuevo Carmen Tonapac, Paraje el Higo, del municipio de Chiapa de Corzo, Ejido Multajó del municipio de Ixtapa, Chiapas; comunidad de Mitzitón del municipio de San Cristóbal de Las Casas y comunidad de Navenchauc, del municipio de Zinacantán, Chiapas.
Descripción del elemento
La tradición del “niño florero” combina la ritualidad indígena con la ceremonia católica del niño Dios, se destaca por la mezcla entre sacrificio y devoción en la que la fe lo es todo. La traída de la flor de indiluyarilú (flor del niño), tan antigua como el mismo pueblo, es el preámbulo de las fiestas navideñas, ya que esta flor se utiliza para hacer el nacimiento del niño Jesús en el templo de Santo Domingo de Guzmán. “En el trayecto a la Iglesia, son acompañados con música de tambor y pito, cohetes y luces de bengala para que después de rezar, convivan en una velada en la que los lugareños tocan sus instrumentos musicales y cantan en su lengua originaria”. En esta tradición cabe la mayor parte de expresiones culturales que engloba al pueblo de Chiapa de Corzo. Del origen de esta tradición, la tradición oral nos narra lo siguiente: “Cuenta la leyenda, que se pierde en la oscuridad de los tiempos, que en un lugar vivía un joven bien parecido que para llegar al pueblo pasaba por una laguna grande donde todos los días llegaban las mujeres a bañarse y lavar la ropa. Este joven de gran corazón se fijó en una dama que tenía un defecto en un ojo, pero que tenía un alma muy pura y él sintió en ese momento que quería estar con ella para toda la vida y la eternidad. Como contaban los abuelos, antes, cuando un joven quería casarse, se tenía que dirigir con el cacique, que juntaba a las muchachas en edad de casarse para que el mancebo eligiera. Este joven habló con el cacique, quien juntó a las muchachas, pero lo primero que hizo fue colocar adelante a sus hijas para que llevaran ventaja, pero el joven bien parecido no encontró a la muchacha tuerta y cuando pensaba irse, ésta se acercó tímidamente, por su defecto y por su condición humilde, pero al verla el joven la eligió y se casaron. Después de un tiempo, tuvieron un hijo, pero el joven habló con su mujer y le dijo que tenían que separarse, entonces ella le reclamó diciéndole que por qué le había engañado y que temía por el futuro del niño. Él le comentó que no se preocupara y que debía ir con el niño al lugar donde se habían conocido. Así, se fueron a la laguna en cuya orilla crecían unos arboles de roble muy frondosos. Allí él le indicó: tú y yo nos colocaremos al frente dentro del agua y nos hundiremos poco a poco. El alma de ella se asustó y, temerosa, le preguntó de nuevo: y con el niño ¿qué va a pasar? Él le dijo: no te preocupes, lo pondremos en el gancho de esa rama de roble, y tú lo vas a alimentar con el sereno de la noche, ya que serás la luna del día, pues yo seré el sol. Así, el niño al mirar que sus padres se iban hundiendo poco a poco, estiraba su manita para tratar de salvarlos. La gente del pueblo al saber lo que sucedía, acudió presurosamente a salvarlos, pero grande fue su sorpresa que en la rama del árbol de roble, en lugar del niño, estaba una flor. Ésta es la razón del porqué la mazorca que traen los floreros, tiene una manita en su interior”. Los datos históricos apuntan a que originalmente esta tradición no tuvo un origen religioso cristiano, sino que era parte de las costumbres prehispánicas de los chiapanecos, en las que los jóvenes de entre 13 y 14 años, fortalecían el cuerpo y el espíritu para llegar a la edad adulta. Es necesario recordar que los indios chiapa o chiapanecas, eran guerreros por excelencia y se dedicaban a la conquista de sus vecinos, quienes les rendían tributo, además de esclavizarlos para trabajar en las tareas del campo. Actualmente la peregrinación de la “topada de la flor”, se hace en honor al Niño Dios, ya que con esta flor se elabora el nacimiento. El recorrido dura 7 días: del 14 al 21 de diciembre y es una de las manifestaciones culturales más importantes en Chiapas. La salida hacia el lugar de recolección de la flor es el 14 y el 21 es el regreso, y esa fecha es la que se considera como: “la topada de la flor”. El tiempo real que dura la festividad va del 14 de diciembre al 7 de enero, periodo que engloba etapas importantes: la topada de la flor, la velada de la flor, elaboración del nacimiento del Niño Dios, Nacimiento del Niño Dios y conclusión de la festividad, momento en que el Patrón de los floreros y sus acompañantes, deshacen el Nacimiento, hecho anteriormente.
Funciones sociales y culturales
La expresión aporta un importante factor de cohesión social, ya que la practican más de 500 devotos que acuden a esta tradición. Dentro de este universo de población, se encuentran: campesinos, profesores, diversas autoridades, entre otros miembros de la población.
Riesgos
Actualmente esta tradición presenta una problemática que podría cambiarla o en caso extremo desaparecerla. Durante la travesía o peregrinación que se hace, se descansa en parajes y terrenos, -algunos de propiedad privada, o ejidos donde existe la irremediable necesidad de pasar por ahí, incluso de pernoctar. La situación de conflicto que provoca el pasar por estos lugares, se ha venido acentuando, al grado tal que en el año 2008 se tuvo la idea de cambiar la trayectoria del “camino sagrado” de los chiapacorceños, para ir por la sagrada flor de indiluyarilú, (flor del niño). Este cambio de ruta trajo como consecuencia enfrentamientos entre los participantes y personas de las comunidades en cuestión. Otra problemática que probablemente sea la más importante, es la deforestación en la comunidad de Mitzitón del municipio de San Cristóbal de Las Casas, en donde los bosques de esa zona son talados sin control, provocando un fenómeno de erosión de los suelos que jamás se van a recuperar, este efecto ha ocasionado que la flor sea cada vez más escasa y los floreros tengan que adentrarse en otros parajes donde no conocen la tradición y se registra una controversia entre ambas partes, porque se piensa que es para comercializarla. He ahí la doble importancia en este rubro. Un dato que no debe de soslayarse es sin lugar a dudas, que los daños por la pérdida o cambio en alguna parte de su estructura, acabaría con un legado histórico, que cambiaría la vitalidad y la pérdida de identidad del origen de pueblos descendientes de los indios Chiapa. Como un dato complementario: el territorio chiapaneca es reducido, pues los descendientes están asentados en los municipios de Suchiapa, Acala y Chiapa de Corzo, por lo que se considera una manifestación única de los descendientes mencionados.
Medidas de salvaguardia
Ante la urgencia de la salvaguardia de esta tradición, el municipio de Chiapa de Corzo, en donde se integran Ayuntamiento Municipal y sociedad civil, pretendían “declarar camino sagrado de los floreros” y adquirir ocho hectáreas de terrero en los siguientes lugares: • cinco hectáreas en el Centro Ceremonial “Nandanilu” que significa “Río de la Flor”, lugar donde se termina el recorrido el día 21 de diciembre y a donde asiste la mayor parte del pueblo. • Una hectárea en el Centro Ceremonial: “El Nanchi”. • Dos hectáreas en el Centro Ceremonial: “El Rodeo”. Estos son los lugares que forzosamente tienen que atravesar de ida y vuelta, todos los que se enlistan para ir por la flor a Mitzitón que, según datos de los mismos lugareños, rebasa los 500 devotos.
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Fecha de última modificación: 16 de noviembre del 2021, 6:29
Información proporcionada por:
Red Nacional de Información Cultural
Coordinación Nacional de Desarrollo Institucional/SIC
u-gem
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