El horror de lo cotidiano es la insoportable realidad de esta obra. Si resulta que nos afecta en lo más básico es porque la tragedia de Gilberto Espinosa es un temor universal: la imposiblidad de escapar a nuestra prisión.
Los personajes patéticos tienen su único momento de gloria al enrrentar al público y darle un atisbo de esperanza en su tránsito por el espacio y el tiempo de la representación. ...