Rafael Urzúa, originario de Buenos Aires, Jalisco, fue junto con Luis Barragán, Ignacio Díaz Morales y Pedro Castellanos, integrante de la Escuela Tapatía de Arquitectura, movimiento que hizo su aparición en Guadalajara a finales de los años veinte y cuya influencia se extendió hasta entrada la década de 1940. El arquitecto Juan Lanzagorta cataloga y comenta los proyectos y obras realizados para Guadalajara entre 1925 y 1944, y los de Buenos Aires, Manzamitla y La Manzanilla, pueblos jaliscienses de la sierra natal de Urzúa.