Por el escenario del Teatro Apolo, derribado en 1945, habían desfilado espectáculos operísticos, circenses, obras de teatro, zarzuela, bailes, recitales y las primeras funciones de kinetoscopio y cinematógrafo. Sergio López Sánchez, lejos del recuento informativo, narra apasionadamente la historia de este desaparecido teatro que se inauguró el 14 de abril de 1895, teniendo en su primera temporada formal a la compañía de ópera italiana Ciudad de Roma. Al contar su historia se da noticia del acontecer social, político, económico y cultural del Culiacán de principios de siglo.