San José de Baqueachi, hasta antes de la década de los años veinte, había sido únicamente un asentamiento tarahumara; luego, la llegada de los mestizos implicó la formación del ejido que hoy lleva su nombre. Aunque la historia de su formación tiene sus particularidades, buena parte de los sucesos que aquí se analizan pueden calificarse de característicos y típicos del modelo de las relaciones interétnicas conflictivas en torno a la tenencia de la tierra, que a través del tiempo se han manifestado en el amplio terreno de la Sierra Tarahumara entre indígenas y mestizos.