Músico. Compositor.

A fines de 1879 se estableció con su familia en Guadalajara; allí realizó estudios de música y composición con el flautista Andrés Tenorio y el maestro Francisco Godínez. En 1899 fue nombrado organista titular de la Catedral tapatía, y poco después, maestro de infantes de ésta. En su juventud escribió música ligera, de la cual sobresale su danza Adiós, que alcanzó inmensa popularidad (la gente la llamó “El adiós de Carrasco”). Luego se hizo compositor de alta escuela, ejecutante y teórico. Ganó varios premios con su Andante pastoril, su cantata Ave María Stella y su Scherzo-vals. Escribió música religiosa: la Gran misa de réquiem, estrenada en el Sagrario Metropolitano de Guadalajara en 1943, entre otras. Para teatro compuso tres obras: La gracia divina o El triunfo de los mártires; La judía, estrenada en el Teatro Degollado el 15 de agosto de 1910; y Por el amor de la princesa, estrenada en el Teatro Lírico de la Ciudad de México en 1919. Su ópera El bufón fue puesta varias veces en la capital del país. Su producción de mazurkas, valses, romanzas, danzas, tarantellas y canciones rancheras es abundante. Otras obras, de no menos importancia, son: Scherzo sinfónico, Preludio y dos aires de ballet para orquesta sinfónica. En 1943, el diario El Universal y la Secretaría de la Defensa Nacional convocaron a un concurso para crear la Marcha Nacional de las reservas, con motivo del ingreso de México en el conflicto de la Segunda Guerra Mundial, donde Carrasco obtuvo el primer lugar. Su marcha fue estrenada en la Columna de la Independencia el 28 de mayo de 1943, ejecutada por dos bandas militares.