A la Casa se accede por un breve pasillo que conduce al patio principal, en el centro de la construcción y rodeado por cuatro corredores definidos con esbeltas columnas toscanas; en tres de sus cuatro costados se aprecian las habitaciones que hasta los años setenta del pasado siglo XX habitó una conocida familia moreliana y en las que hoy se desarrollan los programas de esta sede. Se dispone también de un pequeño patio posterior que en sus orígenes estuvo destinado a los servicios. Para 1998 ya se había añadido al trabajo del Archivo de Concentración una biblioteca jurídica y una hemeroteca con la finalidad de convertirlo en centro de documentación. En tanto avanzaban los trabajos de remozamiento y adecuación de espacios de la finca, llegaron los expedientes judiciales recientes, que en ese momento medían alrededor de 400 metros lineales y provenían, en su mayoría, del Juzgado Primero de Distrito, único en Michoacán hasta 1968. Muy pronto se agregó también documentación de los Juzgados Segundo y Tercero de Distrito, de dos tribunales colegiados y del Primero Unitario.