A pesar de que los hechos han demostrado, a lo largo de nuestra existencia como nación, la mayoría de los estudios académicos sobre la historia de la música mexicana se ha centrado en los eventos y personajes que desarrollaron su vida y obra en la capital de la república. Sin embargo, como muestra la presente obra, resulta por demás evidente que la provincia mexicana, en definitiva, no contaba con una pequeña vida musical como un reflejo atenuado de la capital, según palabras de Guillermo Orta Velázquez. Tan sólo basta con adentrarse entre las añejas páginas de los periódicos que se publicaron en el resto del país, desde el siglo XIX y comienzos del XX, para quedar maravillados ante el refinamiento alcanzado, en materia cultural, educativa, social y , por ende, musical, ya que dicho arte representa una de las más auténticas expresiones de la colectividad donde se desarrolla.