Tratando de escapar del concepto geográfico tradicional, clásico digamos, consideramos a Tamaulipas como un desprendimiento prodigioso de la Sierra Madre orientando hacia el Golfo de México y la frontera del norte, cuya amplia extensión se fecunda con cinco grandes ríos y múltiples corrientes, enmarcándose dentro de un clima de variadas condiciones donde la lluvia determina la primavera. Cuando llueve en nuestra tierra florece la naturaleza, así se perciban los calores del verano o el rigor del invierno.