Templo neocolonial que data de 1820-1830, construido en sillar. La torre fue construida hacia 1862. Después de estar clausurado por su mal estado, fue reconstruido en 1951 y habilitado el atrio. En el altar hay un óleo de José Alcíbar García de 1760. Tiene una nave principal y del lado derecho se alza la torre, cuyo cuerpo bajo es inseparable de la fachada. Al ser el cuerpo superior de la torre más esbelto, se crea una perspectiva acelerada, haciéndola parecer más alta. La fachada remata en una cornisa de extremos avolutados y con piñones; interrumpida en su parte intermedia para acoger una imagen de la Virgen; aquí la cornisa adopta un perfil mixtilíneo. El acceso está resuelto a modo de arco triunfal, con pilastras superiores