Nacido en Santiago del Estero, Argentina el 15 de diciembre de 1914, Carlos Hugo Christensen fue considerado uno de los realizadores más prolíficos de América Latina. Se inició como director de largometrajes con El inglés de los güesos, uno de los esporádicos encuentros de la época entre la literatura y el cine. Se le considera el pionero del género erótico en el cine argentino con Safo, historia de una pasión. Combinó las comedias de entretenimiento con filmes de marcada tendencia erótica y conjugó ambos elementos en cintas como Adán y la serpiente. También incursionó en el género policial (La muerte camina en la lluvia, No abras nunca esa puerta y Si muero antes de despertar). A partir de 1960 se fue a Brasil, donde continuó su carrera como cineasta. El 30 de noviembre de 1999 falleció como consecuencia de un ataque cardíaco en su domicilio de Río de Janeiro, dejando sin completar el filme La casa de azúcar, basado en un cuento de Silvina Ocampo.