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Templo Parroquial de Nuestra Señora del Rosario

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Templo Parroquial de Nuestra Señora del Rosario



Rosario, Sinaloa

Datos generales

La portada principal en su distinguida propuesta formal, sigue las formas esenciales del barroco salomónico. Se compone por dos cuerpos, y tres calles, con remate de forma conopial. En el cuerpo bajo, cuatro columnas entorchadas y envueltas por helicoides vegetales, se empotran al paramento, haciendo el límite de cada calle. Con mayor amplitud, la calle central contiene el acceso principal, desarrollado por un arco de medio punto en cuya clave ostenta un ilegible motivo mariano. Las calles laterales del cuerpo bajo, encierran un nicho cada una, mismos que cuentan con una venera terminada con roleos confluyentes. Además están apoyadas sobre peanas ricamente decoradas con estrías que confluyen hacia el polo inferior, donde se haya un recargado motivo ornamental de hojarasca y flores. El segundo cuerpo de la portada maneja cuatro columnas salomónicas, igualmente empotradas y embaladas con guías vegetales. Dentro de cada una de las calles laterales, se encierra un nicho. Éstos, coronados por una venera enriquecida con la imagen de un querubín, el cual brota entre una masa de hojarascas. Las bases en los nichos, son peanas como las del cuerpo bajo, decoradas con estrías, sólo que en este caso, confluyen hacia un colgante formado por una original águila bicéfala. Dentro de la calle central del segundo cuerpo, se encierra la ventana coral, sencillamente enmarcada por un tablerado enriquecido con rostros angélicos, los que se hallan inmersos entre un ramillete foliar. En la clave del dintel aparece el escudo pontificio con la mitra papal y las características llaves de San Pedro. Emergiendo del cornisamento, que en el segundo cuerpo corona la calle central; un tercer cuerpo adicional funge como remate del conjunto. Configurado como un frontispicio de forma conopial, éste arranca de un entablamento flanqueado por estipos ornados con lacerías; de reminiscencias eminentemente platerescas, formas vegetales enmarcan la imagen de un personaje de porte indígena. Sobre las sienes de este mismo, se sostiene la peana de un nicho vacío en el centro, al cual flanquean dos medallones con interpretaciones de personajes de aspecto civil, que posiblemente representen a un matrimonio de donantes. En las márgenes de esta añadidura, dos pequeñas columnas losángicas limitan el campo central del remate, mismo que culmina hasta llegar al cenit del conopio, con un eje central recorrido por una serie de imágenes católicas, la Cruz Foliada de Santo Domingo de Guzmán, una corona, el «terrarum orbis», la paloma del Espíritu Santo y la concha bautismal. El estribo que enmarca la portada en general, es macizo y pesado, apoyado sobre grandes basas bulbosas, éste se decora con franjas gajeadas culminando en espínulas. Las portadas en los accesos de los costados se resuelven con arcos de medio punto, escasamente decorados con formas orgánicas, la composición se completa con pilastras de fuste tablerado y capitel toscano, en los cuales descansa un exornado entablamento de triglifos y formas vegetales. Por remate llevan cada una, nichos con venera de finas estrías confluyentes, además de una peana de cuarto de naranja invertido. Mientras, la venera se enriquece con el rostro de un querubín, las claves de los arcos, con una flor en la portada derecha, y la fecha 1758 en la portada izquierda.
Datos históricos

Ubicada frente a la Plaza de Lola Beltrán en el emplazamiento donde fue reconstruido entre 1932 y 1961, debido al debilitamiento del subsuelo causado por los socavones abiertos por la Compañía Minera de El Tajo. Durante veintinueve años se trasladó piedra a piedra este inmueble, respetando solamente las portadas del edificio, y la dimensión del presbiterio. Lo demás, torre, nave coro, sotocoro y anexos fueron alterados perdiéndose las proporciones de la edificación primitiva. Dedicado en 1731 a la virgen del Rosario y a Santo Domingo de Guzmán por el Obispo de Nueva Vizcaya, Br. don Benito Crespo, este templo se construyó a mediados del siglo XVIII, teniendo al año de 1758 como única inscripción que testifique fecha, esto en la clave del arco de uno de los accesos laterales. Se sabe, por testimonio, que en la visita realizada en 1767 por don Pedro Tamarón y Romeral, que allí mismo estrenó una capilla ubicada a los pies de la nave muy aventajada en su construcción.
Trascendencia

Patrimonio arquitectónico
 
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Fecha de última modificación: 9 de julio del 2010, 21:56
Información proporcionada por:
Red Nacional de Información Cultural
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