En la esquina de la actual calle de la Constitución y 2 Norte se ubica un inmueble colonial de dos niveles, cuya construcción data el siglo XVIII, con intervenciones posteriores a esta centuria. El singular inmueble conserva aún sus celdas originales, pues fue diseñado en torno a un patio de grandes dimensiones, con crujías perimetrales, un zaguán de ingreso y una serie de celdas, ubicadas entre habitaciones modernas que invaden y alteran muchos de sus elementos, apreciándose partes de las crujías originales con elementos agregados en tiempos recientes y con algunas áreas demolidas para dar lugar a las construcciones nuevas.

Construido en el S.XVIII por la orden de las carmelitas descalzas, una de las primeras en instalarse en la Villa de Carrión. En el inmueble se instaló la Casa de Ejercicios que proporcionó servicio espiritual a la comunidad hasta la ley de desamortización de bienes eclesiásticos del año de 1857, en donde fue adjudicado por el gobierno de la República al señor Miguel Antonio Romero, primer propietario particular. El costo de la construcción y su acondicionamiento fue cubierto por el benemérito padre Antonio Garfias, sacerdote y abogado de la Real Audiencia de México de origen atlixquense, quien llegó a amasar una considerable fortuna con el producto de las cinco haciendas que poseía en el valle, sufragando con ello muchas de las obras de ornato y beneficencia que desde el siglo XVIII engrandecieron a la Villa de Carrión.