Es uno de los símbolos del Movimiento Moderno en Monterrey, de gran relevancia artística e histórica. Se comenzó a construir en 1957 bajo proyecto y supervisión de Ramón Lamadrid Rodríguez, uno de los primeros egresados de la Escuela de Arquitectura del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), inaugurándose en 1959. Fue el primer edificio pensado, proyectado y construido en el Estado completamente bajo el régimen de condominio. El nombre original fue “Edificio Banco Popular”, que por indicación de la Comisión Nacional Bancaria fue sustituido a los pocos meses por el de “Condominio Acero Monterrey” por haberse prohibido bautizar a un edificio con el nombre de un banco. El uso popular acortó el nombre tal como se conoce hoy día, “Condominio Acero”. Junto con el “Edificio Monterrey” y el “Condominio Monterrey”, es uno de los tres más notables “rascacielos” hechos dentro del “Estilo Internacional”.