Templo Conventual de la Limpia Concepción de Nuestra Señora
Puebla, Puebla
Datos generales
Cinco tramos componen el cuerpo de la iglesia, incluyendo el prebisterio y otros tres más grandes cobijan el área de los coros, separados del resto del recinto por un muro que en la parte baja deja lugar a una pesada reja de forma rectangular, cubierta hoy de una celosía a base de círculos dorados. También tiene la puerta por donde entraban las monjas el día de su profesión solemne, la cratícula, aún recubierta de azulejos y un minúsculo torno, todo esto un tanto modificado en época muy reciente. La parte alta deja espacio para una reja enorme, del tamaño de todo el claro y dividida por tres columnillas. El remate o abanico, que en su tiempo debió ser muy elaborado, se cubrió de una gigantesca pintura de la virgen apocalíptica.
La puertas tienen su enmarcamiento a base de pilastras de cantera que dejan las jambas y el arco con almohadillado aparente. Se remata un frontón curvo. La portada principal tiene en la abertura del frontón un nicho cuadricular, también con almohadillado simulado, éste nicho tiene una escultura muy bien lograda en piedra, de la Inmaculada Concepción, coronada. A ambos lados hay unos sencillos pináculos.
La puertas tienen su enmarcamiento a base de pilastras de cantera que dejan las jambas y el arco con almohadillado aparente. Se remata un frontón curvo. La portada principal tiene en la abertura del frontón un nicho cuadricular, también con almohadillado simulado, éste nicho tiene una escultura muy bien lograda en piedra, de la Inmaculada Concepción, coronada. A ambos lados hay unos sencillos pináculos.
Datos históricos
Fue el segundo establecimiento para religiosas que se fundó en la muy noble y leal ciudad de la Puebla de los Ángeles, después del de Catalina de Sena. En su tiempo llegó a ser el más rico y famoso de cuantos hubo en estas tierras, ocupando una manzana completa en el corazón de la población, amén de muchas otras propiedades como fincas urbanas y rurales, capital de préstamos redituables y otros bienes, lo que indudablemente se reflejó en el escaparate exterior que fue el templo anexo al convento, orgullo de sus propietarias y de la ciudad, sitio en que tenían lugar las más lucidas ceremonias y actos de índole litúrgica.
El templo se dedicó a la Purísima Concepción de la Siempre Virgen María, el 30 de noviembre de 1617, festividad del Señor San Andrés, a quien tomaron también como protector celectial del monasterio.
El templo se dedicó a la Purísima Concepción de la Siempre Virgen María, el 30 de noviembre de 1617, festividad del Señor San Andrés, a quien tomaron también como protector celectial del monasterio.
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Fecha de última modificación: 23 de marzo del 2017, 12:46
Información proporcionada por:
Red Nacional de Información Cultural
u-do
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