Pimas
Población
Población Total
495
Distribución de la población en el territorio
Sonora (248)
Chihuahua (247)
Cantidad de localidades
15
495
Distribución de la población en el territorio
Sonora (248)
Chihuahua (247)
Cantidad de localidades
15
Presentación
Los pimas se nombran a sí mismos o´ob, que significa la gente, el pueblo. Con el término pima se designa a un conjunto muy variado de sociedades indígenas, como los pimas del desierto, los pimas de la sierra, o los pimas gileños. Esta monografía se refiere a los pimas bajos, quienes ocupan la zona serrana. A este grupo étnico se le designa como la rama serrana de los pimas bajos. Habitan en una área que comprende parte de los municipios de Moris, Ocampo, Madera y Temósachic en Chihuahua y porciones de los de Sahuaripa, Arivechi, Rosario, Onavas y casi todo Yécora, en Sonora.
En la época en que se dieron los primeros contactos con los españoles, las tribus del centro de Sonora tenían gran movilidad territorial. Antes de comenzar el siglo XVII las bandas ópatas y eudeves ejercían una fuerte presión sobre varios puntos de asentamiento de los pimas bajos, sobre todo en la región de Tónichi y en los valles de los ríos de San Miguel y el Alto Sonora; a causa de esta presión, los pimas se desplazaron hacia el oeste, territorio que los yaquis defendían tenazmente.
Hacia 1536 algunos centenares de pimas bajos siguieron a Cabeza de Vaca en su ruta hacia el río Sinaloa y se establecieron en la comunidad de Bamoa. Este tipo de éxodo sólo ocurría cuando las condiciónes de vida en algún lugar se tornaban insoportables o para alejarse de la invasión de los ópatas y eudeves. Estos pimas migrantes aceptaron pronto las enseñanzas de los jesuitas, que arribaron a Bamoa en 1519. Entre 1622 y 1634 los jesuitas establecieron iglesias en Onavas, Movas, Nuri y Tónichi.
Durante el siglo XVII se suscitaron varios enfrentamientos entre pimas y españoles que frenaron la acción evangelizadora de los jesuitas, quienes habían establecido misiones en Yécora y Maycoba en 1670. Varias facciones de pimas y tarahumaras se sublevaron por los abusos de los misioneros. En 1698 la coalición pima-tarahumara arrasó Maycoba y Onapa. En 1740 se dio una rebelión de pimas bajos, yaquis, mayos y pimas altos. Durante estos sucesos varias poblaciones pimas, como Yécora, se mantuvieron pacíficas.
En el siglo XIX el área pima fue casi abandonada; las incursiones de las bandas apaches ponían en peligro a misioneros, mineros, gambusinos, yoris y a los propios pimas. Durante la década de los años ochenta del siglo XIX, las últimas bandas apaches fueron confinadas en las reservaciones de Arizona y Nuevo México. A partir de entonces la presencia de yoris aumentó, sobre todo en Yécora, Moris y Yepáchic; en cambio la población pima decreció. Los franciscanos volvieron a la zona para restablecerse en las misiones abandonadas en la época del “terror apache”.
Actualmente los pimas de Maycoba consideran que por su participación en las guerras contra los apaches y en la Revolución, tienen más derechos sobre el territorio que los yoris. Cuando éstos empezaron a penetrar en la región, tenían con ellos una relación de mutua convivencia; los pimas vendían a los yoris su fuerza de trabajo y algunos productos artesanales, pero al incrementarse la población yori aumentó su demanda de tierra y recursos. El despojo sufrido por los indígenas pimas creó una situación de franca hostilidad.
Artesanías
Elaboran productos de fibras vegetales como sombreros, petates, “petacas” o cestos rectangulares con tapadera para guardar todo tipo de cosas, “guaris” o contenedores de boca abierta y cuatro esquinas en la base, usados para poner diversos alimentos; a veces decoran los cestos con tintes de añil. Estos productos se manufacturan principalmente con zacate; los sombreros se hacen de palma. El hilado de algodón ha dejado de realizarse. Algunas personas trabajan la madera; con ella hacen bateas, metates y utensilios de cocina y de trabajo, e instrumentos musicales como guitarras y violines; también elaboran teguas y huaraches de piel.
Festividades
Tanto en Sonora como en Chihuahua siguen teniendo lugar las celebraciones de San Francisco cada 4 de octubre. Durante Semana Santa es cuando el carácter híbrido de los elementos religiosos de la cultura indígena y occidental aparece con mayor intensidad. A fines de noviembre o durante diciembre se celebra el yúmare una festividad de carácter propiciatorio en la que se da gracias por los beneficios recibidos durante el año y se pide para que sean buenas las cosechas del año siguiente. Esta celebración está emparentada con el Tugurio guarijío y con el propio yúmare de los rarámuri. Hay diferencias entre las celebraciones del centro ceremonial y las de las rancherías. Entre las del centro ceremonial están la Santa Cruz, la Semana Santa, la fiesta de San Francisco y el día de la virgen de Guadalupe. Las fiestas “de ranchería” son rituales agrarios que conmemoran etapas relevantes del ciclo agrícola, como es el yúmare.
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Fecha de última modificación: 4 de julio del 2024, 10:20
Información proporcionada por:
Red Nacional de Información Cultural
Coordinación Nacional de Desarrollo Institucional/SIC
u-agzd
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