Esta crónica a la que se refiere el título habla profusamente, más que del pueblo norteamericano, de los sitios y paisajes visitados por este egregio zacatecano que fue ministro, diplomático, presidente de la Suprema Corte de Justicia y aun candidato a la silla presidencial. De hecho el viaje es un exilio que se le impone, poco tiempo después de los tratados de Guadalupe con los que México perdió más de la mitad de su territorio. A decir de Emmanuel Carballo, el libro fue publicado originalmente en 1850.